Todos conocemos a alguien- si no lo hemos sufrido nosotros mismos- que ha experimentado situaciones de estrés o ansiedad. De hecho, el estrés en el lugar de trabajo es una de las principales causas de bajas laborales y precursores del llamado síndrome de burnout.
En una empresa, los sistemas de gestión del estrés para los empleados son importantes para crear un ambiente de trabajo saludable.
¿Qué es el estrés?
El estrés es el mecanismo automático mediante el cual el cuerpo se prepara para la acción: se pone en estado de alerta. Una respuesta de estrés, de por sí, no es algo malo; de hecho, es necesario ante situaciones que suponen un desafío o a la hora de resolver un problema.
La cuestión es que el estrés mantenido durante un tiempo tiene consecuencias graves para la salud, tanto física como mental…
Signos y síntomas del estrés
El estrés es la respuesta que emite el cuerpo cuando detecta un peligro. Para enfrentarnos a él, ocurren procesos fisiológicos que nos preparan para huir o luchar: aumenta el ritmo cardiaco, respiratorio, los músculos se tensan y las pupilas se dilatan. El corazón bombea la sangre a los órganos que permiten nuestra supervivencia.
Como contrapartida, funciones que nuestro organismo considera no prioritarias en ese momento, como la digestión o el sistema inmune, se ven mermadas.
¿Qué ocurre en mi organismo si siento estrés a menudo?
Los signos del estrés pueden ser beneficiosos en un momento puntual, pero el estrés crónico altera significativamente la salud y la calidad de vida.
El estrés crónico ocurre cuando afrontamos peligros o dificultades permanentemente, por ejemplo, ante problemas económicos o laborales. Puede provocar, entre otros, dolores de cabeza, agotamiento, problemas digestivos, dolores, insomnio o irritabilidad.
A la larga el estrés crónico puede llevar a trastornos de ansiedad y depresión, problemas cardiovasculares, además de diabetes, tensión alta, o afecciones en la piel.
¿Qué diferencias hay entre el estrés y la ansiedad?
Los síntomas de la ansiedad y del estrés pueden ser similares, y ambos constituyen respuestas fisiológicas normales del cuerpo.
La diferencia principal entre ellos es que el estrés ocurre cuando se percibe una amenaza y dura mientras esta está presente. Mientras que, la ansiedad suele permanecer a largo plazo, aun cuando no hay una amenaza o desencadenante claro.
Por otro lado, el estrés se genera al producirse una amenaza reconocida previamente, a diferencia de la ansiedad, que puede no existir una causa que lo desencadene.
Estrés laboral
El estrés en el entorno de trabajo es cada vez más común, y supone la segunda causa de baja laboral en el marco de la Unión Europea.
En la mayoría de los casos, el estrés en el trabajo ocurre porque el trabajador percibe que no tiene los recursos necesarios para hacer frente a las exigencias del trabajo. Existen, asimismo, otros motivos, como la existencia de determinados factores ambientales o relacionados con la organización interna de la empresa, que pueden también amortiguar o, por el contario, hacer más probable que aparezca una respuesta de estrés.
Causas de estrés en el trabajo
Los motivos del estrés varían de una persona a otra, incluso de un momento vital a otro. También es posible que una situación que resulte, a priori, estimulante para una persona, sea percibido como una amenaza por otra.
Algunas de las causas más habituales de estrés en el trabajo son las siguientes:
- Sobrecarga de trabajo.
- Malas relaciones con jefes, subordinados o compañeros.
- Diferencia entre las aspiraciones laborales y la realidad.
- Miedo a perder el empleo.
- Trabajo a turnos u horarios nocturnos.
- Falta de conciliación familiar
- Ambiente de trabajo ruidoso, mal iluminado, condiciones de trabajo peligrosas.
Fases del estrés laboral
Se pueden distinguir tres fases relacionadas con el estrés laboral. Cada una de ellas con sus propias consecuencias para la salud del trabajador y el funcionamiento productivo de la empresa
La primera fase, de alarma, se caracteriza por la liberación de adrenalina y cortisol en la persona, que detecta una amenaza a la que tiene que hacer frente. Esto puede provocar episodios de ansiedad y síntomas como el aumento del ritmo cardiaco.
En la segunda fase, si el factor que desencadena el estrés no desaparece, el cuerpo reduce la intensidad de su reacción para evitar agotarse. Aún así, si la sensación de peligro persiste puede desembocar en el agotamiento del trabajador.
La última fase es el agotamiento o burnout. La salud se resiente y el burnout puede producir problemas de salud severos, relacionados con la depresión.
Estrategias para prevenir el estrés laboral
La empresa puede, y debe, evaluar y controlar los factores susceptibles de crear estrés en sus trabajadores, entre ellos:
- Evitar las sobrecargas de trabajo y dotar a sus trabajadores de las herramientas óptimas para que puedan desempeñar su labor sin riesgo.
- Minimizar el impacto del entorno laboral sobre la salud.
- Favorecer la autonomía de sus empleados, sin caer en una supervisión excesiva. Es recomendable evitar estilos de mando autoritarios y adecuar las responsabilidades del empleado a sus recursos y capacidades.
- Los márgenes de tiempo deben ser realistas respecto al trabajo asignado. Podría ser una buena idea que sea el propio trabajador el que establezca su ritmo de trabajo.
Entre los sistemas de gestión del estrés para sus empleados, la empresa debe apostar por una comunicación abierta y una escucha activa a los problemas de sus trabajadores.
Otra de las herramientas que las empresas ponen a disposición de los empleados son Programas de Apoyo al Empleado, donde pueden adquirir estrategias de control del estrés.
Beneficios de un modelo de gestión del estrés laboral
La prevención del estrés conlleva beneficios económicos, ya que supone una mejora en la productividad.
El estrés laboral supone costes, como las bajas o posibles accidentes. Además, establecer sistemas de gestión del estrés mejora el clima de la empresa.
El estrés y todas las consecuencias que acarrea, están muy presentes hoy día en nuestra sociedad. El trabajo es uno de los factores que más pueden afectar negativamente a la vida de una persona.
La implantación de sistemas de gestión del estrés para empleados beneficia a la empresa en su conjunto, ya que mejora la salud de los trabajadores, así como el ambiente laboral o la productividad.