La intensificación del trabajo, el impacto de las nuevas tecnologías y el exceso horario, son algunos de los obstáculos que dificultan la conciliación. En este escenario, la búsqueda del equilibrio entre el trabajo y la familia se ha convertido en una labor compleja para muchos. El conflicto trabajo-familia, que surge como resultado de los cambios a nivel económico y social, ha emergido como uno de los principales riesgos psicosociales que más atención está recibiendo en los últimos años.
La dificultad para encontrar un equilibrio entre lo laboral y lo personal puede afectar a la salud física y psicológica de las personas, siendo el estrés y la depresión los principales riesgos con los que se asocia. De igual manera, el rendimiento y el engagement también pueden verse afectados. Esto hace que la conciliación sea un elemento crucial para el interés trabajador y el de la organización.
En este post te contamos la importancia del equilibrio entre la familia y el trabajo y cómo promoverlo en las organizaciones.
¿Qué significa integrar la familia y el trabajo?
La integración de la vida familiar y laboral hace referencia a un desarrollo equilibrado, donde una persona es capaz de asumir tanto las responsabilidades que se presentan en el ámbito familiar, como aquellas relacionadas con el terreno laboral, de forma que ninguna de ellas se vea afectada por la otra.
La literatura existente ha explicado el conflicto entre la vida personal y la vida laboral a través de cinco modelos principales:
En primer lugar, la teoría del efecto secundario establece que las experiencias en el trabajo ya sean positivas o negativas, influyen de la misma forma en el ámbito familiar. En este sentido, las demandas del trabajo impactan en el terreno personal y viceversa.
Por otro lado, la teoría de la compensación plantea que existe una relación completamente inversa entre la familia y el trabajo. En caso de insatisfacción en alguno de los ámbitos, el trabajador realiza esfuerzos por compensarla, aumentando su implicación en el otro.
La teoría de la segmentación, por su parte, determina que una persona puede perfectamente desempeñar con éxito ambas realidades, sin que una de estas llegue a influir en la otra.
Por su parte, la teoría instrumental sugiere que las acciones que se realizan en uno de los ámbitos, actúan como medios necesarios para conseguir los logros y obtener satisfacción en el otro.
Finalmente, la quinta y última teoría, la teoría del conflicto plantea que el éxito en una de las áreas implicará sacrificios en la otra, pues se trata de dos campos incompatibles debido a sus características y exigencias.
La importancia del equilibrio familia-trabajo
Las personas necesitamos encontrar el equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Tener tiempo para realizar actividades de disfrute y ocio resulta igual de imprescindible para nuestra salud, como desarrollarnos profesionalmente. De hecho, el equilibrio entre lo personal y lo profesional ayuda a reducir los niveles de estrés, beneficiando la salud física, mental y social de las personas.
En el lado opuesto, la existencia de conflicto entre tareas laborales y personales puede terminar convirtiéndose en un problema. Por este motivo, nos encontramos ante uno de los retos más comunes para los trabajadores y para las organizaciones.
¿Cómo influye la familia en el rendimiento laboral?
El apoyo familiar incrementa, en muchos casos, el rendimiento en el trabajo, otorgando confianza y seguridad en uno mismo y fomentando el bienestar psicológico.
De igual manera, la satisfacción en el ámbito personal tiene un impacto positivo en el rendimiento profesional y viceversa. De esta forma, el buen rendimiento de uno puede aumentar los niveles de energía y mejorar el estado de ánimo, lo que redundará en un mejor desempeño general.
¿Qué es el conflicto trabajo-familia?
Los autores Greenhaus y Beutell definen el conflicto trabajo-familiar como “una forma de conflicto de rol, en el que las presiones que resultan del trabajo y las presiones familiares son mutuamente incompatibles en algún aspecto»
Consecuencias del conflicto trabajo y familia
El conflicto trabajo-familia se relaciona con una serie de consecuencias negativas para los trabajadores y las organizaciones.
En el ámbito personal o individual, los trabajadores presentan síntomas de malestar psicológico, llegando incluso a desarrollar trastornos de ansiedad y cuadros depresivos, relacionados con estrés y burnout.
Entre otras consecuencias, el estrés se asocia a conductas no saludables que influyen en las relaciones familiares y en la construcción de vínculos positivos.
En el ámbito familiar pueden aparecer problemas en la relación con la pareja e hijos, deteriorando además el ámbito económico familiar y las relaciones con otros familiares. De igual manera, en el ámbito social, este conflicto genera un deterioro de las relaciones con amigos, pudiendo conducir a la disminución en la participación de las actividades de ocio e incluso al aislamiento.
Al mismo tiempo, en el ámbito laboral se pueden observar alteraciones de productividad y del ritmo de trabajo y, en el largo plazo, aumentar las tasas de absentismo. En este terreno, también las relaciones sociales con compañeros y superiores pueden verse deterioradas.
¿Cómo promover el equilibrio trabajo-familia desde las organizaciones?
Promover políticas de trabajo flexible, asegurar la desconexión digital y dotar a los managers de estrategias para la puesta en práctica de un liderazgo saludable, son algunas de las acciones que se pueden llevar a cabo para asegurar el equilibrio trabajo-familia, promover la salud mental y fomentar el bienestar de tu empresa y de los trabajadores.
Desde Stimulus, queremos que el trabajo se convierta en un elemento esencial para lograr el bienestar individual y colectivo en las organizaciones. Para ello, podemos acompañarte y ayudarte a promover la salud psicológica de tus empleados.
Consejos para conciliar la familia y el trabajo
- Planificar y fijar prioridades. Elaborar una lista de tareas permitirá organizarse y dar el orden de importancia y los tiempos a cada una de ellas.
- Eliminar sentimiento de culpa. Es recomendable hacer autocrítica para ver si los objetivos de cada una de las tareas han sido realistas. Es importante también aceptar los fracasos.
- Impulsar una cultura del bienestar. Detenerse unos minutos en el día a día para despejar la mente y liberar el estrés es un aspecto fundamental. Determinadas actividades como yoga, meditación o actividades en equipo pueden ayudar a la prevención del estrés ocasionado durante la jornada de trabajo.
Conseguir este equilibrio entre la familia y el trabajo es un reto que no todos consiguen, pero desde Stimulus somos conscientes de la necesidad de integrar ambas realidades, comprometiéndonos a cuidar lo más valioso.