El COVID-19 no solo ha traído consecuencias para nuestra salud física. La falta de control y el esfuerzo por adaptarnos a un entorno incierto, en el cual hemos visto peligrar nuestra salud física, ha dejado también secuelas sobre nuestra salud mental, tanto en nuestro país como a nivel global. Los últimos datos publicados son poco alentadores: en España, los diagnósticos de ansiedad y depresión han crecido hasta en un 30% en los últimos dos años.
Dado que la salud psicosocial de los trabajadores también está en riesgo, es importante contar con medidas de prevención e intervención organizacional. De no actuar a tiempo, estos problemas de salud psicológica pueden impactar en el bienestar de los trabajadores y traducirse en un aumento de la rotación del personal, disminución de la productividad y, en el peor de los casos, bajas laborales de larga duración.
Desde Stimulus, queremos ayudarte a desarrollar una cultura que permita cuidar y promover el bienestar de los empleados.