Las empresas se preocupan cada vez más por luchar contra el estrés laboral y promover la calidad de vida en el trabajo. De forma prioritaria, este proceso ha llevado a las empresas a replantear ciertas políticas de gestión empresarial y algunas de sus prácticas de liderazgo. Pero quizás no se ha insistido demasiado en el lugar que ocupa el individuo en este proceso.
Datos sobre los riesgos psicosociales en el trabajo
Según el informe publicado el pasado 13 de mayo por Eurofound[1] “Working conditions and workers’ health[2]”, las exigencias emocionales y los riesgos psicosociales están cobrando cada vez mayor importancia en nuestra sociedad: los empleados que trabajan en sectores como los de la salud y la educación (en su mayoría mujeres) deben hacer frente a importantes exigencias emocionales. Estas exigencias están estrechamente relacionadas con el agotamiento y, a su vez, merman la salud y el bienestar. El envejecimiento demográfico conlleva una creciente necesidad de atención sanitaria a largo plazo, y es probable que estas exigencias sigan aumentando y requieran especial atención.
Por consiguiente, ¿cómo interesarse en los individuos para no solamente protegerlos de los efectos nocivos del estrés en el trabajo, sino también para que lleguen a ser protagonistas de su propio bienestar emocional?
En primer lugar, cabe señalar que el sufrimiento laboral se va instalando de manera progresiva, silenciosa. Es fundamental intervenir al detectar los primeros síntomas de desamparo psicológico para evitar cualquier consecuencia dramática y restablecer el bienestar. Las empresas deben por tanto ser capaces de movilizar todas sus estructuras de ayuda para poder responder a esta prioridad.
Pero esta aproximación de prevención secundaria (incluso terciaria) del individuo en apuros, por muy necesaria que sea, no es suficiente. Las empresas tienen mucho que ganar si logran reducir los múltiples factores de estrés a los que se ven expuestos sus empleados, más allá de los estrictamente laborales. Las empresas no son siempre las únicas responsables del malestar de sus empleados.
A menudo, la causa del malestar se desliga totalmente del ámbito laboral. Sin embargo, las empresas pueden contribuir a limitar dicho malestar poniendo a disposición de sus empleados servicios que les permitan solucionar sus problemas cotidianos, tanto de índole profesional como privada. Esta es precisamente la misión de los Programas de Apoyo el Empleado (PAE) ampliamente utilizados en las empresas anglosajonas[3] (los denominados Employee Assistance Programs) pero insuficientemente arraigados en nuestro país.
Los PAE son programas de apoyo personalizado a todos los empleados de la empresa y sus familiares directos cuyo objetivo consiste en brindar un servicio de apoyo permanente a todos los colaboradores antes y después de la aparición de cualquier dificultad. Se trata de un beneficio social al servicio de todos los empleados y un indicador de salud para la empresa. El programa es totalmente anónimo, confidencial y gratuito para los usuarios y permite mejorar la conciliación de la vida laboral y personal.
Asistencia psicológica para empleados
Para Stimulus, la asistencia psicológica laboral es el pilar central de estos programas, sin embargo, otras problemáticas también pueden influir en la vida cotidiana de los empleados y tener un impacto sobre el rendimiento laboral. Considerando el bienestar de los empleados en su totalidad, se pueden incluir servicios adicionales para hacerles la vida más fácil (apoyo jurídico, financiero, etc.).
En el Congreso Factor Humano celebrado en Madrid, Lucrecia Arribas, HR Senior Consultant de Oracle, destacó que “gracias a la implantación del PAE, su empresa ha conseguido brindar un apoyo profesional e inmediato a todos sus empleados, prevenir daños en la salud antes de la aparición de trastornos, aumentar la productividad, reducir el absentismo y la duración de las bajas, así como retener el talento.”
Este indicador de salud adicional permite a las empresas adaptar su política de recursos humanos de manera más coherente con sus propias necesidades y las de sus empleados, incorporando una dimensión humana en la estrategia empresarial.
En definitiva, cuidar de la salud y del bienestar de los empleados es una gran oportunidad para alcanzar el éxito empresarial.
[1] Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo, https://www.eurofound.europa.eu/es
[2] https://www.eurofound.europa.eu/publications/report/2019/working-conditions-and-workers-health
[3] En Estados Unidos, más del 80% de las empresas disponen de Programas de Apoyo al Empleado